Por: Simon Buck
He conocido muchos empresarios que todavía tienen mentalidad de empleado. Para algunos se debe a que eran empleados antes de empezar su propio negocio y no pueden cambiar este hábito y otros caen en eso y no pueden salir de ahí.
Es momento de recordarte porqué decidiste empezar tu propio negocio.
El sueño…
- Más libertad
- Hacerlo mejor que tu jefe
- Seguridad financiera
- Decisión
- Autonomía
- Equilibrio trabajo-vida
- ¡Porque no querías sólo un trabajo!
Sin embargo, frecuentemente la realidad es….
- Menor remuneración
- Culpabilidad cuando no estás ahí
- Pasar más tiempo en el negocio
- No tener libertad
- Hacer trabajo que no genera ningún valor o que no se disfruta.
Muchos dueños de negocios subestiman su valor y hacen lo que sus empleados deberían de hacer. Prueba hacer el siguiente ejercicio. Escribe todas las cosas que haces, pero clasifícalas en cajas según el nivel de habilidad, de la más alto a la más baja, y el valor que tienen para el negocio, también de mayor a menor.
Frecuentemente me encuentro con empresarios que pueden hacer ganar al negocio 1000 dólares por hora cuando están fuera viendo clientes o trabajando de manera estratégica en el negocio, pero no tienen ese tiempo porque están haciendo actividades administrativas que podrían subcontratar por 10 dólares la hora o asignarlas al equipo. ¡Qué locura!
Algunas veces necesitamos detenernos y ver en dónde agregamos valor y qué necesitamos hacer de más y que debemos dejar de hacer para asegurar que estamos en el lugar correcto. Deja de sentirte culpable de dejar a tu equipo mientras tú haces crecer el negocio, al final de cuentas para eso formaste un equipo, ¿cierto?
Es momento de enamorarte de tu negocio y pensar como jefe enfocado a agregar valor y no dejarte hundir en el negocio por ahorrarte un salario.
Si quieres hacerlo rápido, contrata un ActionCOACH o conviértete en uno y ayuda a que los demás dueños de negocio logren esto.
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