Por: Redacción ActionCOACH
La historia de Felicita se repite en innumerables oportunidades, aunque quizá no con el mismo éxito. Luego de ser, durante años, una asistente administrativa con ingresos moderados mensuales que tan solo le alcanzaban para cubrir algunos gastos personales y uno que otro detalle de su hogar, paso a ser, de la noche a la mañana, una emprendedora. Sin buscarlo.
El emprendimiento por necesidad es una realidad que no siempre se presenta con la mayor oportunidad de triunfar. En el caso de Felicita, una repentina enfermedad de su esposo la condujo a explotar un talento que solo utilizaba para el deleite familiar: la repostería. Hizo de su habilidad con los postres el sustento de su familia (esposo e hijos) y, con él, empezó a generar, con unos pocos encargos, muchos más dividendos de los que generaba su trabajo cada mes, con los que, además, pudo cubrir el sustento de su familia y los gastos de la enfermedad de su cónyuge, con el añadido de despertar su pasión por la cocina.
El emprendimiento por necesidad puede ser exitoso o no, pero usualmente contiene las siguientes características:
Busca generar ingresos de manera rápida.
Se mantiene la misma actividad mientras sea redituable pero puede cambiarse por otra que genere mayores ingresos. No existe compromiso afectivo con la actividad que se realiza.
El plan de negocios es inexistente.
Se puede modificar en caso de no alcanzar los beneficios esperados.
Aquí, indudablemente, el emprendimiento o la actividad independiente nace de no encontrarse una ocupación satisfactoria (en el caso de Felicita insatisfacción desde el punto de vista económico), lo que es muy distinto al emprendimiento por oportunidad, que es, palabras más, palabras menos, ubicar carencias en el mercado que nos conducen a desarrollar un producto o servicio que pueda satisfacerlas.
En un caso hipotético, en un país cualquiera de Latinoamérica, el gobierno de turno decidió que todos los niños debían utilizar calzado para el colegio de un color determinado de acuerdo a su sexo: azules para los niños y rosa para las niñas. En el caso de los niños, el asunto era más fácil de resolver, pero a las madres de niñas se les dificultó la tarea de ubicar calzado escolar color rosa. No lo conseguían. Muchas acudieron a estrategias como la pintura del calzado para poder cubrir este requerimiento. Hasta que a alguien se le ocurrió la brillante idea de iniciar la confección de calzados color rosa escolar. ¡Bingo! Indudablemente el éxito en el mercado fue rotundo, pues era un producto prácticamente inexistente.
En este segundo caso, las características son muy disímiles a las del primer ejemplo:
El proyecto que se pretende desarrollar es a largo plazo, por lo que existe un compromiso con la actividad.
Ubica una necesidad insatisfecha, la aborda y aprovecha.
Se dispone de tiempo para desarrollar un efectivo plan de negocio, evaluar el mercado y su potencial.
La pasión y entusiasmo son sentimientos que mueven este tipo de emprendimiento, se quiere consolidar el negocio.
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