Por: ActionCOACH María Inés Morán
Todos los departamentos de una empresa deben trabajar día a día para contribuir a la meta principal de la organización. La diferencia entre un buen deseo y una meta es que esta última debe estar plasmada en un papel, mientras que un deseo es un anhelo idealizado que puede no llegar a convertirse en realidad.
Estas metas deben ser compartidas por los miembros de tu equipo. No puedes esperar que cada departamento logre resultados aceptables, si no saben cuál es el fin global al que están apuntando.
En anteriores entregas hemos hablado de las Metas S.M.A.R.T. (Ver “Dos Maneras de Vivir”) donde aprendimos los elementos que debemos tener en cuenta para diseñar nuestras metas. En esta ocasión quiero platicarte de la manera en que cada meta debe estar interconectada con el Objetivo Principal de tu Empresa.
Un Negocio en donde cada gerencia trabaja desarticulada del resto, se parece más bien a una Orquesta en la que cada instrumento está interpretando una partitura diferente, ¿te imaginas?, justo así “suenan” muchas empresas.
Tuve la oportunidad de trabajar con el dueño de una empresa, quien decidió que al final del siguiente año alcanzaría una meta de utilidad a través de la comercialización de productos actuales y la incorporación de nuevos productos y servicios. Esta decisión apuró a cada uno de los departamentos a alinear sus metas con el nuevo objetivo trazado:
El departamento de Mercadotecnia se lanzó a diseñar un plan de marketing con acento en redes sociales, para generar los prospectos suficientes, de manera que el departamento de Venta comenzó a rediseñar el material de apoyo y otros guiones para poder cerrar las ventas de los nuevos servicios que se iban a comercializar pronto.
En el departamento de Operaciones no se quedaron atrás e iniciaron las acciones necesarias para ejecutar las nuevas líneas de producción, y hacer que los nuevos productos y servicios cumplieran los estándares de calidad, tiempo, diseño, funcionalidad, entre otros, para que el cliente quedara satisfecho.
El personal de Administración, en consecuencia, comenzó una actividad creciente con los proveedores actuales y la búsqueda de nuevos, para introducir los productos proyectados desde Operaciones, en tanto que en Recursos Humanos, se dieron cuenta que si los planes se daban tal como estaba acordado, necesitaban crear un sistema de capacitación para que las personas pudieran ofrecer ese servicio y contratar nuevo personal con otros perfiles profesionales que brindaran la calidad necesaria al nuevo reto. Así toda la empresa estaba perfectamente alineada en torno a una misma Meta.
Como un gran director de orquesta, debes procurar que cada departamento se mantenga tocando la misma sinfonía empresarial, que no es otra que conocer y compartir objetivos comunes, de los cuales todos forman parte y además todos ganan.